martes, 26 de noviembre de 2013

sin puntos ni comas ni tan siquiera mayúsculas

contando las pocas cosas que no te haya dicho ya

me bastan los dedos de una mano
suficientes para que siga doliendo su tacto en mi piel
cuando me moldeabas
y sin puntos ni comas
sin tan siquiera mayúsculas
yo era tu lienzo en blanco
sin voluntad propia
un objeto 
un simple objeto
que tú pintabas siempre con colores oscuros
un objeto feo y triste
oscuro

ahora ya no sé qué más decir
pero los dedos me duelen aun
la piel me duele aun
me culpo constantemente
no me explico nunca
me siento hereje al hablar de amor

hala ya está lo confieso
se me mueren las plantas
salvo una que siempre crece
crece poco a poco aunque tenga que cercenar la mayoría de sus brotes
para que algunos sigan creciendo

cercenada para crecer
así me hago yo

lunes, 25 de noviembre de 2013

El cuchillo en el agua

No tengo razones para odiar
cada hueco de tu piel
que no mira las
causas de mi enfermedad.
Tengo en cambio todas las de perder
cuando tu eco se desdoble
y empiecen a reaccionar mis lacrimales.
Siempre fui paredes de metal
y guerras frías.
Paredes de metal y nostalgia.
Y fuego.

Las calles se abren a mi retirada
justo cuando las luces de los bares
rechinan en el paladar,
confundiendo el tímido rastro
del camino de vuelta a casa.
Soles de farolas y menús del día muertos.
Atropellados sobre el asfalto.

¿Quién habló del camino del exceso?
¿Quién tomó la salida equivocada?

Lo único que te pido es
que no vuelvas nunca
a dejarme hablar.

Tengo tantas ganas de colgar las llaves
como de decir mi nombre.

Tengo tantas ganas de cerrar la puerta
como de abrir tu nombre.