Si te vienes conmigo partiremos sin destino hacia algún lugar perdido. Seremos ácratas de bajo consumo. Devoradores de libros de bolsillo. Literalmente. La rosca desgastada del beso de tornillo. Instalados en un tiempo variable, hablar por hablar, no hablaremos más. Viviremos pletóricos en cincuenta metros cuadrados. Hipotecados. O realquilados. O mejor, saltando, el que pudiendo quisiera, en zig-zag. Inmoderados. O moderados. O inmoderadamente moderados. O moderadamente inmoderados. O inmoderadamente inmoderados.
Dicen que es cierto eso de que los astros se conjuran para lograr cosas increíbles. Parece que es verdad que cierta alineación de Andrómeda con Casiopea produce que, sin más explicación, todos los locos quieran aullar al unísono. Y eso de que la Luna, al reflejarse de una cierta manera en las gotas de rocío de las hojas de los árboles, hace que los lunáticos paseen de la mano poniendo zancadillas a los que siempre miran al suelo, también es cierto.
Algo de eso debe pasar. No sé si será Venús o Marte, pero el caso es que mi móvil parece haberse vuelto loco ultimamente. O eso o es que le gustan mucho las coincidencias.
Paul, la próxima vez que hablemos voy a necesitar tu humor. Hoy no te he llamado porque no quería volverme rubia vía móvil, que las petacas las carga el Diablo, amigo.
"Ya nada me sabe igual, y maldigo la noche en que cubriste mis pestañas con tus besos, como hojas de un libro viejo pasaron por tus dedos."
[SMS de Paul a Holly:]
"De todas las carencias con que te amé, me debes la que hizo que te fueras de mi lado esa noche. Y de mis silencios, el que hace que no me haya arrepentido"
Hoy me siento como Rob, el personaje de alta fidelidad. Hacía muchos años que no hacía un casete recopilatorio, y yo era de los que hacían muchos. Puedo contar mi adolescencia en cintas de música.. aunque no contarían demasiado. En esta web se pueden subir 12 canciones para hacer una. Con la mía abro un nuevo concurso (de mierda, of course).
Y no imagino espera más tensa que la del Monte de Venus, aguardando tus pasos, tu suave caminar, el leve peso que imprimes en su suelo; la huella callada.
Tus dedos exploradores, descubriendo siempre caminos nuevos.
Cada vez que te mentí. Todas las que tú también me dijiste que esperabas hasta entrar por la puerta para hacer lo que nunca te atreviste a digerir. Una y mil veces te encontraba en la pared, rastreando cualquier signo de tensión que aclarase las verdades que no sabía responder. Tantas personas en un sólo corazón, tantos complejos en mi misma ansiedad. Si no lo sabes no te lo voy a decir, pues yo tampoco quiero... ...tan poco quiero, y tú sin respirar sobre mi cuello. El color que te tiñó de jardines el placer de quererlo todo sin pensar ya no me hace ser un poco más feliz, ni tan siquiera un poco. Maratones de dolor que no consigo ganar, ya ni eso me da ganas de fingir que todavía tienes algo que me haga abandonar las madrugadas.
"Nunca se quitaba las gafas de sol, iba siempre muy bien vestida, con un buen gusto casi pomposo pese a la sencillez de su ropa, de los azules y los grises escasamente llamativos que hacían que fuese ella, su persona, la que brillaba"