jueves, 29 de noviembre de 2012

Roller coaster


Me. Right now.

Me, the last eight months.

Me, the las two years.

Me, always?.



Me?

miércoles, 28 de noviembre de 2012

Por favor

Decir que te echo de menos, que me faltas aquí, que te quiero, que se me da mal vivir sin ti, todo eso no quiere decir nada; es más, te odio por haber rebajado las mierdas que digo, que pienso y que siento a carta de amor de colegial al que se le caen los mocos porque aun no se los sabe sonar (sí, qué pasa, a algunos nos costó).

Decir que me quitas el hambre, que me das ganas de vomitar, que me haces llorar en cuanto oigo tres compases de salsa o de jazz, que me tengo prohibido pensar en cómo te conocí, pero que me salto la prohibición a todas horas y que pienso tomarme ahora mismo una cerveza para celebrar el aniversario de ese día en el que empecé a despedirme a las 2 y llegué a casa a las 7; todo eso, no significa nada: Esas sencillas palabras no alcanzan. Me has dejado muda, me has dejado inválida.

Quiero que me dejes en paz, quiero que te vayas ya, que salgas ya de donde sea que te me hayas metido para dolerme así. Quiero dejar de pensar que hemos cometido un error, con la mala suerte de que es uno de ésos que no tienen solución.

Quiero que las cosas que escribo dejen de tener rima fácil (interesados dirigirse a una línea más arriba). Quiero dejar de ser tu termómetro.
 
Vete ya. Déjame.
 
Por favor.
 
Felicítame por mi cumpleaños. No me felicites por mi cumpleaños. Dime que tenemos que vernos en Navidad. No me digas que tenemos que vernos en Navidad.

Por favor, no quieras a nadie más hasta que yo te olvide. Por favor, no quieras a nadie más hasta que yo te olvide...

Dime que te olvide. No me digas que te olvide.

Dejame dejar de ser esta persona que soy por tu pérdida, por tu distancia, por tu renuncia y quién sabe si ya por tu olvido: así no me gusto.

Déjame.

Porque, de hecho, te echo de menos, me faltas aquí, te quiero y se me da mal vivir sin ti.

martes, 13 de noviembre de 2012

Este invierno va a ser largo



Como el libre albedrío.
Así,
como el menor de mis complejos.
Como el mayor
de mis problemas.

sábado, 10 de noviembre de 2012

Haciéndote caso

Niños que cazan autobuses con las manos y sonríen llenos de malicia, de heroica satisfacción.
L
Y yo haciéndote caso, anotando las pequeñas alegrías, las pequeñas  inspiraciones del día a día en plena calle, sin parar de andar, casi chocándome con las vallas de las obras que indiscriminadamente pueblan esta ciudad.
L
En esta ciudad hay gente que, indiscriminadamente también, paga por tener sexo, como en todas las ciudades; e, inevitablemente, hay mujeres que pasan frío en esquinas llenas de viento, exponiendose a éste sólo porque así se las ve mejor...
L
Y aquí estoy yo, haciéndote caso, anotando las pequeñas tristezas, las pequeñas inspiraciones del día a día en plena calle, sin parar de andar.

martes, 6 de noviembre de 2012

Que la noche es de huir

Las tinieblas
que nos juzgan
me son tan perfectamente
propias
que no seré yo
quien les tienda la mano
para descender.
Los estados de las sillas
vacías de nostalgia
se agolpan
para hacer ver que podemos
siempre caer más tarde
y con más dolor.
Cómo hacerlo,
cómo ser uno más
de los semáforos en ambar
a punto de descarrilar.
No sé hacerlo,
no contigo,
no sé si hacerme el muerto
o gritar que soy tú salvación.
Para nada vienen dados
los tiempos
de consuelo y desagravio
al amanecer,
sólo dicen lo que quieres
oir
y no paran de despejarse el pelo
de la frente.
Calor blanco
de deshielo en los dedos
como cuando
escuchabas decir que tantas
cosas nunca pasan
o al menos no a mi.
Cuántas guerras de guerrillas
hacen falta para estar
en paz con todo,
para ser el fin de tantos
males por contagiar.