lunes, 14 de diciembre de 2015

Olvido

Lo primero que se te escapa es el nombre del autor
obedientemente seguido por el título, el argumento,
el final desgarrador, la novela entera
que de pronto resulta que no has leído,
ni siquiera oído hablar de ella,

como si, uno a uno, los recuerdos que solías abrigar
hubieran decidido retirarse al hemisferio sur de tu cerebro,
a un pueblecito de pescadores sin teléfono.

Hace ya tiempo que dijiste adiós a los nombres de las nueve musas
y viste a las ecuaciones cuadráticas hacer el equipaje,
e incluso ahora, mientras memorizas el orden de los planetas,

algo más se te escabulle; tal vez la bandera de un Estado,
la dirección de un pariente, la capital de Paraguay.

Sea lo que sea lo que luchas por recordar,
no lo tienes en la punta de la lengua,
ni tampoco acecha en algún otro rincón oculto de tu anatomía.

Ha sido arrastrado por un oscuro río mitológico
cuyo nombre, hasta donde puedes recordar, empezaba por 
por el mismo camino hacia el olvido donde te encontrarás con esos
que ya no saben nadar o andar en bicicleta.

Es inútil que te levantes a media noche
a buscar en la enciclopedia la fecha de tal célebre batalla.
Ni que la luna en la ventana parezca surgida
de aquel poema de amor que una vez supiste de memoria


Olvido - Billy Collins

jueves, 3 de diciembre de 2015

Bury it

Tengo un regalo para dentro de poco
que no sé si me voy a acordar de darte.
Para dentro de poco porque dentro de poco es tu cumpleaños.
Lo tengo desde hace mucho.
O no. No sé. Pero sí.

Tengo ventanas abiertas en pleno invierno
haciendo señales de humo.

No tengo tantas cosas que decir
como ganas de decirlas.

Tengo teclas oxidadas que ya no pulso
porque no tienen un lugar exacto,
no pertenecen a ninguna palabra
pero están ahí. Y me miran y me preguntan
cómo me encuentro.

Pues no me encuentro.

Gracias.

Aquí el miedo. Aquí su dueño.

martes, 1 de diciembre de 2015

En Vejer de la frontera la gente mira si lloras fuera

Holly, me está gustando mucho el nuevo disco de Ricardo Vicente. Esto es así.

Si vas a estar rezando obsesionada con hacerme feliz,
Te digo ya que es como estar medio drogada en una fiesta;
Lo digo yo.
Ocultándoles todo a tus señores,
Medio drogada en una fiesta de Telefónica