jueves, 21 de febrero de 2013

Miedo a la muerte estilo imperio

Si queremos ser lo que son otros
nos faltan muchas horas por perder,
si queremos ser nosotros mismos
tenemos que saber
por dónde empezar.
A ser las horas que perdemos,
los bordes de las vidas que envidiamos,
los goznes de las palabras que nos atan.
Tenemos que morder el hielo
y sentir el frío
y guardar las alas.
Tenemos que salir ahí fuera
con las manos llenas,
con los ojos grandes
y la vida abierta.
Que no valen los sordos despertares
ni los días que nos dieron el brazo
cuando sólo pedíamos cobijo.

Y morder el polvo de los vientos
y servir a bocajarro las mañanas
como tantas otras noches pasajeras,
como todo lo que viene tras la huida.

Servidumbre de cabezas afiladas
con la mancha de los días que llenamos
sin saber las veces
que nos quedan por delante
aunque sean
menos de las que merecemos.