martes, 15 de mayo de 2007

Karachi, sita Pakistán

Las guerras empiezan donde tienen que empezar, y acaban donde irremediablemente tienen que acabar. Un lugar propicio, no por su situación geográfica si no por su situación espirituosa. Allí donde todo empieza, donde todo acaba, donde toda constelación parte y se destruye al mismo tiempo. Las ciudades con nombre caen debido al peso mortífero de su propia decadencia (y no estoy hablando de Madrid), se aniquilan a sí mismas cual minutero que no encuentra las horas del día. Todo tiene un motivo de ser exacto, que no tiene nada que ver con destinos inexorables ni con líneas de la mano, ni con los posos del café con leche. Y las noticias no abarcan lo que deben ni lo que tienen. Yo sólo espero ser lo que tú ves, que mis silencios te digan lo que yo no sé pronunciar, que las distancias se conviertan en cometas y las palabras en viento huracanado de sur-sureste. Que todo es demasiado complicado, demasiado exacto, demasiado rectilíneo. Dame eso que sujetas con las manos abiertas, con los ojos atados de par en par a las muñecas, con los pies, con la espalda que me das, con el pelo que te inunda, con la garganta.

2 comentarios:

Holly Golightly dijo...

"I will never know,
'cause you will never show
Come on and let me know"

http://www.youtube.com/watch?v=rxwOUQ3bbjo&mode=related&search=

Anónimo dijo...

ayer me puse a ver de nuevo esa pelicula, de doce a 2 de la mañana , cuando mejor sienta

pero que grande es judelaw

voy a pillar entradas en tarapalo para el tetatro, me ha dicho un compi q está guay