París está ardiendo
Invento los motivos que recogen tu respuesta, los sumergen e iluminan con nocturnidad meridiana. Rectifico los caminos, adorno los portales que secundan mi derrota a través de las rendijas. Agarro las preguntas que me haces, las desmonto, las desordeno y rehago intentando encontrar una llave, de puerta blindada con doble cerrojo, de ventanas abiertas en el décimo piso, de distancia y mentira, de mejor no saberlo. Aún guardo misiles ojo-nuca defectuosos de la última guerra, con la mira torcida, que incrusté en la luna que habitaba el lóbulo de tus orejas. Pendiente de los resultados, ajeno a las votaciones, calculo los tiempos que restan a volver a contar, a volver a abrir los ojos. Sin tener que saberlo, sin piedad ni castigo, sin paredes en las que estrellar la cabeza.
2 comentarios:
¡Apaguemos París!
... pero dejemos que arda unos meses más.
;)
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