Cumplimentando compromisos contractuales

Me falta un vaso y medio para contarte que necesito
saber el nombre de las cenizas que se acumulan en mi lengua,
que si no me pierdes de vista
tendré motivos más que suficientes para bajar la cabeza y saber
que los dolores que no son de muelas son de gritos y malentendidos,
de ganas de irme a dormir.
Si no me traes la primavera te llevo yo un trozo de tierra, que tragué
la última noche que dejé encendida la luz,
por miedo a tener en vilo a la madrugada y decirle
que ya no me faltan más sábanas para cubrirme que las pecas que se dispersan sobre tu nariz.
Y si acaso ves a lo lejos algo que sirva para agarrarse, cógelo fuerte,
que yo no tengo fuerzas
ni manos para salvarte
y se me cansan en seguida los ojos y los cierro para poder volver a verte, hasta mañana,
hasta que quieras,
hasta que los abras tú.