miércoles, 9 de julio de 2008

Todo va bien.

Que tengo todo en la palma de mi mano mientras no me mires. No entiendo qué hay entre el lunar que ennegrece mis noches y las pestañas que airean mis días. Que no te olvido ni despierta ni dormida. Que la felicidad se parece tanto a ti que me distraes del camino. Eres como una rosa sin pétalos, sólo con espinas, pero, si es de ti, quiero sangrar todo lo que soy. Me borras las indicaciones y alicatas las paredes, baldosas amarillas. No te cansas nunca y sé que es imposible seguirlas si no es con la mirada. Y me siento vacía a golpe de bostezo en el metro y de besos de compromiso con los pies mojados. Me dicen en espejos y semáforos que lo deje ya, que te borre de mi mapa, porque todo va bien hasta que me miras.

1 comentario:

Paul Varjak dijo...

Tú sí que alicatas, Holly. Y haces gotelé y chaflán.

Y lo que tú quieras.