Todo va bien.
Que tengo todo en la palma de mi mano mientras no me mires. No entiendo qué hay entre el lunar que ennegrece mis noches y las pestañas que airean mis días. Que no te olvido ni despierta ni dormida. Que la felicidad se parece tanto a ti que me distraes del camino. Eres como una rosa sin pétalos, sólo con espinas, pero, si es de ti, quiero sangrar todo lo que soy. Me borras las indicaciones y alicatas las paredes, baldosas amarillas. No te cansas nunca y sé que es imposible seguirlas si no es con la mirada. Y me siento vacía a golpe de bostezo en el metro y de besos de compromiso con los pies mojados. Me dicen en espejos y semáforos que lo deje ya, que te borre de mi mapa, porque todo va bien hasta que me miras.
1 comentario:
Tú sí que alicatas, Holly. Y haces gotelé y chaflán.
Y lo que tú quieras.
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