lunes, 11 de enero de 2010

Ese día, en la Mezquita...

Z

Paul Newman y tú eráis los hombres más guapos del planeta. De eso no hay duda. Todos los copos de nieve de esta noche han caido en mi cabeza. Todos. Y no me dejaban dormir. Y me pesan a la altura de las cejas, me cierran los ojos, cuando lo que yo más deseo es ver. Me nublan. Instalan mi vida en una novela de Conan Doyle. Me pasa cada vez que intento buscar una explicación, nunca llego a ella.

Habitas la niebla. La esculpes a tu medida,

Aquí seguimos, tristes sin remedio, sin poder entender. Perdóname si ultimamente algún día no te recuerdo, si no te hago saber que, irremediablemente, el mundo te echa en falta. Perdóname. Perdóname si me enfado, si te culpo. Perdóname si no estoy a la altura. No me perdones si pasa un sólo día en que no sonría por ti.

Elegiste. Sin remedio.

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