sábado, 30 de enero de 2010

She knows so many pretty boys, but they are all the same...

En un columpio en un parque cualquiera, con sus zapatos rojos. Pensando. Intentando descubrir dónde estaba la diferencia, agitando los pensamientos. Decidiendo si debería dejar que se fuera, que se fuera entonces, sin más complicaciones, sin necesidad de explicar nada. Decidiendo si darle importancia o no. Intentando descubrir la diferencia, lo que lo hacía diferente esta vez. Sin dejar de columpiarse, frenando de vez en cuando con sus zapatos rojos para, de nuevo, coger impulso. Intentando imaginar cuánto daño le haría si lo dejase pasar, cuánta tranquilidad verle la espalda, cuánto daño perderlo. Sin querer alimentar la pequeña parte que le dice que esta vez es distinto, pero sintiendo cómo crece.