Nosoträsh en la playa, con las termitas azules, ¡claro!

¿¡Qué será, será?!

Tenemos ganas, ganamos.

Poder tomarme un café contigo,
quizás en alguna terraza,
mirar la guía del ocio y decidir
si ir a un concierto
o pasar a las cañas,
pero siempre besarte.

Quedar para el día siguiente
para después del trabajo
o quedar en el trabajo.
Coger el coche y conducir
sin meta.

Que no me sueltes la mano
y que me mires
que tus ojos me hagan sonreír por las mañanas,
como lo hacen ahora.
Que no nos coma la pereza.
Que tengas ilusión de hacer cosas conmigo
que tenga ilusión de hacer cosas contigo,
y que las hagamos.

Que me muero de ganas
y estoy a un pasito de hacerlo.

Y guiñarnos los ojos
y reirnos
y abrazarnos.

Dime qué es

Dime qué es
esta extraña felicidad
estas repulsivas ganas de sonreír
estos vomitivos intentos de ponerme guapa.

Como un gusano retorciéndose
retorciéndose feliz
feliz de retorcerse a vista de pájaro.

bum-bum...!

He trazado un círculo con tiza
circunvalando las salidas
tocando las paredes de latidos desacompasados.
Mis pensamientos no pueden salir de él
¡¿quién sabe hasta dónde llegarían,
qué de bueno me traerían,
qué de malo?!
Porque no puede ser esto que me pasa
no puede ser que esto ocurra
y, aunque me cuesta, sigo dicéndome
que no,
que ya nunca más.

El jueves...

... ¡nos vamos de concierto!

"(...) Hace tiempo que no siento lo escribo, lo que pienso
tanto tiempo que no sueño
eres tú mi contratiempo.
Hay milagros en el tiempo,
hay cigarros apagados,
hay amigos que esfuman
de las puntas de los manos.
Cada vez que miro al cielo
me pregunto si hace un año
era yo o era el destino
la paciencia en el camino.
Cada vez que pienso en ello,
cada vez que me abandono,
me sorprendo y no comprendo
por qué casi nunca lloro.
Decisiones complicadas,
en el alma me pegabas
con tus celos, tus excusas
tu cabeza en la capucha.
Los ojitos venenosos de los niños cariñosos
caprichosos, reaccionarios y cobardes
en rebaños
Las palabras dolorosas,
casi nunca son hermosas
Eres malo, engreído,
te mereces un castigo.

Has dejado en mi cuerpo el dolor de tu veneno
Ahora quiero, más que muerte,
reducirte al recuerdo... (...)

[+]

... agridulce, el sabor de mi alegría.

En el estómago
ácido
porque quiero verte
y no puedo
mirarte a los ojos
que veas los míos
que te digan
algo
que no es todo tan complicado
que es sencillo
mi amor
me sube por el cuerpo
me envenena
me duerme las piernas
las caderas inservibles
sin ti
este ácido
este dolor
de nuevo
y si echo a correr
ven a por mí
este dolor
porque
si te abrazo
es todo más fácil
y no puedo
y nos cruzamos palabras
que no entendemos
tú respiras a tu ritmo
sosegado
enloquecido a veces
ardiente
reconfortante
me albergas
en tus brazos
creas tu hogar
con tu mano en mi cadera
yo meriendo cereales
tiñéndolos de lágrimas
echándote de menos
echando de menos
que nos entendamos
queriéndome curar
yo sola
que no averigües que estoy herida
que me hago un ovillo
cuando veo peligro
enrabietada
porque quiero tu abrazo
tu risa
tu ombligo
enfadada
porque necesito tu abrazo
tu risa
tu ombligo
tus ojos
como más cereales
calmapenas infantiles
ahora saben a derrota
y a lágrimas
y estás lejos