martes, 15 de junio de 2010

18oº

Mi pequeño,
sé que no buscas
ni buscabas
perdón.

Esto sigue doliendo,
demasiado a veces
¿cómo comprender lo que hiciste?,
¿cómo esperar que te cogiéramos la mano
mientras salías de nuestras vidas
por tu propio pie?
¿no esperabas que llorásemos?
¿qué buscabas, qué querías?
¿por qué no lo encontraste entre nosotros?
¿qué no hicimos o hicimos mal contigo, chico?
¿Qué?, ¿qué? ¿qué?... ¿POR QUÉ?.

Me gustaría enfadarme mucho contigo,
tener el derecho a hacerlo
y así traerte de vuelta.
Enfadarme para, un segundo más tarde
poder abrazarte de alguna manera
calmar esa pena, ese "no-sé-qué"
que debía de ser un abismo para ti
calentar tu cuerpo, no dejar que se enfríe
impedir que ocurriera.
Porque no imagino, no puedo pensar en
cuánto horror debiste pasar,
desde el principio hasta el final.

Te echo en falta y te siento más cerca,
no quiero dejar de hacerlo,
pero cada día es un poco más tenue para mí
no para ellas, lo sé
nunca dejará de arder para ellas...

... todavía no me lo creo

Duele que no estés aquí. Que te hayas ido.



No hay comentarios: