miércoles, 1 de diciembre de 2010

Con toquilla y todo

Se decía "tengo que estar pletórica, después de tanto esperar, lo tengo en los brazos, y tengo que estar feliz por ello", pero no lo sentía así, no sentía alegría ni felicidad, sentía miedo, panico a pensar en mañana... pero aparte de eso no sentía nada. Absolutamente nada.

Había leído en una de los múltiples libros que le habían regalado que existía algo llamado depresión post-noséqué, pero siempre los había dejado a un lado, aburrida y no se había interesado más por el tema. Tampoco se había acabado nunca de creer eso de la "realización de la mujer" que tan en alto proclamaban sus amigas o su madre, aunque ésta no hiciera más que regalarle caras de decepción. Así que allí estaba, sin saber por dónde empezar, sin ganas, dolorida, mirándo lo que tenía entre los brazos, sin comprender... entonces él le dió un beso en la frente y la obligó a recostarse, luego la besó en los labios y ella cerro los ojos despacito, durante dos segundos, disfrutándolo y le dijo "descansa, yo lo cojo"...

... -"sí ahora, pero déjame sólo un segundo más" (sorprendiéndose a sí misma)

-"¡¡Y VUELVE A BESARME!!"

No hay comentarios: