Los hombres topo quieren tus ojos
Los unes y destruyes a tu antojo.
Revientas el techo de los autobuses.
Eres calor y líneas surcando sábanas blancas.
Eres luz de faro al final del pasillo.
Eres cristal de vaso de tubo.
Te comes el mundo a patadas y preguntas por dónde empezar.