La nueva reconquista de Graná
en el lado de la cama que yo no ocupo,
y en el contrario si juego de visitante.
Ni que tengas alma de sirena
y te ilumine los ojos el reflejo
de la luz que me provocas.
Estoy aprendiendo a bajar la guardia
a la vez que a subir las escaleras de tu cuarto
y descubro que la vida sin escudo
huele a café recién hecho y tostadas con tomate.
A vinilos.
A paredes construidas en las salidas de emergencia.
[...rescatando borradores] [...rescatando borradores no tan viejos]
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1 comentario:
Que unas pestañas te puedan cambiar la mañana asusta y dan ganas de potrear la cama.
Es genial.
(Quiero llorar)
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