viernes, 23 de mayo de 2008

...humo...

Me pierdo entre las calles y en tu pecho, buscando el sonido que nunca llega. Me siento abandonada, tus dedos acarician más las teclas que mi piel. Soy como el humo que guardas en tu cuarto y que, al abrir la puerta, desaparece. Nadie lo ha visto, nadie lo ve. Como el vaho. Me evaporo cuando quieres airear el baño, tras una ducha muy larga y con el agua muy caliente, siempre muy caliente. Me camuflo hasta la próxima vez que entres, que quieras que yo esté en tu vida. No me puedes tocar, no podemos tener nada. Pero me respiras. No te das ni cuenta, pero me respiras.

Me inspiras y me espiras. Siempre igual, no tiene fin.

Déjame ya en paz y permíteme que vuele sin el motor de tus pulmones.

1 comentario:

Paul Varjak dijo...

Holly, aguanta!!

Que seguro que te están saliendo unas casas muy bonitas con muchas ventanas y puertas rectangulares. No te olvides de las mirillas.

Tú si que me inspiras.