Las 30 horas de LeMans
Verás Holly. Todo empezó el sábado. Me levanté a las 8:30 después de haber dormido 3 horas, por culpa de un ron traído de Cuba el día anterior. A las pocas horas me personé en la estación de autobuses dispuesto a viajar durante seis horas (con sus seis noches) a Gijón. Intentaron distraerme con una película de Kirk Douglas y Michael J. Fox (¡¿!?) y una del oeste en blancoynegro, pero les engañé y me quedé dormido.
En Gijón una persona anónima me esperaba en la estación. Tras pasar por el hotel paramos a tomar unas cañas previas al concierto. Allí un parroquiano del bar discutía con una periodista sobre las películas de Enry Fonda (así, sin hache).
Entramos por la puerta de atrás de la plaza de toros. Holly, no sabía que había tanta gafapasta en Gijón (cómo iba a saberlo). Conté más converse que pies y más lentes que ojos. Me perdí. Más de una se intuía que diseñaba su propia ropa e incluso se la cosía. El escenario estaba cerca y la cerveza corría. No sé qué pasó. De repente tras The Blows y Wagon Cookin aparecieron las primas lejanas de los css, New Young Pony Club, que lo petaron. Luego no tuve más remedio que enamorarme como el primer día de Najwa. Locamente. Para terminar Los Planetas, en alguna crónica he leído que a Jota hasta se le entendía, creo que exageran pero reafirmo ese comentario que oí un día en el metro: Los Planetas venden sensaciones, como los arquitectos. Copa de fin de fiesta y a dormir.
El domingo me levanté a las ocho a ver la final de baloncesto. Perdimos como mejor no se puede ganar. Autobús de vuelta, dos películas más que ignorar y llegada a casa. Conclusiones finales: Vetusta Morla es al rock lo que Melón Diesel a la vida en general. Y viceversa.
En Gijón una persona anónima me esperaba en la estación. Tras pasar por el hotel paramos a tomar unas cañas previas al concierto. Allí un parroquiano del bar discutía con una periodista sobre las películas de Enry Fonda (así, sin hache).
Entramos por la puerta de atrás de la plaza de toros. Holly, no sabía que había tanta gafapasta en Gijón (cómo iba a saberlo). Conté más converse que pies y más lentes que ojos. Me perdí. Más de una se intuía que diseñaba su propia ropa e incluso se la cosía. El escenario estaba cerca y la cerveza corría. No sé qué pasó. De repente tras The Blows y Wagon Cookin aparecieron las primas lejanas de los css, New Young Pony Club, que lo petaron. Luego no tuve más remedio que enamorarme como el primer día de Najwa. Locamente. Para terminar Los Planetas, en alguna crónica he leído que a Jota hasta se le entendía, creo que exageran pero reafirmo ese comentario que oí un día en el metro: Los Planetas venden sensaciones, como los arquitectos. Copa de fin de fiesta y a dormir.
El domingo me levanté a las ocho a ver la final de baloncesto. Perdimos como mejor no se puede ganar. Autobús de vuelta, dos películas más que ignorar y llegada a casa. Conclusiones finales: Vetusta Morla es al rock lo que Melón Diesel a la vida en general. Y viceversa.
5 comentarios:
Creo que es el texto más largo que he escrito aquí, será la cerveza de hoy. Lo siento.
hala! que buen fin de semana de música, eh? y con VIP.jeje
Ah por cierto, a Jota se le entendía? qué fuerte! jeje
El baloncesto no fue el Domingo? :P
Besotes musicales
Fe de erratas: todo empezó el sábado y acabó el domingo.
jeje, qué vista de lince que tienes Carlis (corregido queda). El viernes también había conciertos pero tenía que trabajar y no me daba tiempo. La verdad es que estuvo muy bien...y nos sacaban piscolabis de paté la piara y mediasnoches de nocilla. A jota sólo se le entendían los silencios, menos mal que ya escucho yo las letras en mi cabeza.
Besazos musicales.
Es que todos los caminos llevan a Gijón, Paul. Por eso las converse son uniforme.
¡Besos!
SANTOS QUE YO TE PINTÉ
DEMONIOS SE TIENEN QUE VOLVER
Te quejarás...
VIVA VETUSTA
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