jueves, 12 de marzo de 2015

La nueva reconquista de Graná


Aún no me creo que te despiertes

en el lado de la cama que yo no ocupo,

y en el contrario si juego de visitante.

Ni que tengas alma de sirena

y te ilumine los ojos el reflejo

de la luz que me provocas.

Estoy aprendiendo a bajar la guardia

a la vez que a subir las escaleras de tu cuarto

y descubro que la vida sin escudo

huele a café recién hecho y tostadas con tomate.

A vinilos.

A paredes construidas en las salidas de emergencia.


[...rescatando borradores] [...rescatando borradores no tan viejos]
.
.

1 comentario:

Holly Golightly dijo...

Que unas pestañas te puedan cambiar la mañana asusta y dan ganas de potrear la cama.

Es genial.

(Quiero llorar)