lunes, 13 de abril de 2020

En cambio las ventanas

Todas las puertas chillan
y dicen tu nombre en mitad de la noche.
Todas las puertas crujen
al paso de almas desconsoladas
que saben que eres el único cobijo,
saludan,
bendicen tu cuerpo,
destilan tu miedo,
expulsan tus credos.
Todas las puertas siguen
guardando secretos que solo tú conoces.
Todas las puertas cierran
obedientes a mi paso,
soltando un rugido
que altera tu paz.
Cierran y bajan telones
que separan mi insomnio
de tu falta de sueño.
Cierran para que tú estés a salvo,
para que valga la pena,
cierran para que grites mi nombre
en mitad de la noche.
Cierran,
expulsan mentiras y te sacan de quicio.
Cierran e increpan al techo
que no podamos tocarnos.
Cierran,
chillan,
me miran.
Pero no todas abren.
Ni saben que existo.

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