lunes, 13 de octubre de 2008

Las firmas cutres.

Qué manía la de las parades del metro de gritarme tu nombre, por todos lados lo veo pintado, escrito, perpetrado, casi no me da tiempo a sonreír a todos. Ellos, muy caballerosos, se levantan el sombrero y saludan con un gesto. Llego tarde.

Sin remedio, cuando salgo, cuando me quedo sola, desaparecen los sombreros. Y siempre llego tarde, no tengo remedio.

12 comentarios:

Holly Golightly dijo...

Paul, parece que he vuelto. Yo no tengo la culpa.

Holly Golightly dijo...

Paul, le he dejado un comentario a la clicka... es que me parto con ella!!

No sé por qué te escribo esto...

Holly Golightly dijo...

¿Estás ahí?

¡Sé que puedes oírme!

Holly Golightly dijo...

Por Dios, tienes que hacer algo conmigo, Paul.

¡Ah!, y no, no tomé tripis antes de subir al metro, ni antes de bajar tampoco.

Holly Golightly dijo...

Pero... ¿a que te ha hecho ilusión ver tantos comentarios seguidos?

Holly Golightly dijo...

Hay un ser que se está apoderando de mí,



Paul...

Paul Varjak dijo...

jajajajja

Me alegra verte tan loca como siempre. Lo sabes.

Y yo sé que no necesitas sustancias psicotrópicas para ver cosas raras en el metro.

Un besazo muy grande Holly. Pero mucho.

Paul Varjak dijo...

por cierto, es perpetrar

Paul Varjak dijo...

llámame a la ofi...que estoy solo

Holly Golightly dijo...

Me tengo que ir a clase, a perpRetar la clase, vamos...

(¡qué animalA!)...

La Clicka dijo...

Me siento un poco violenta irrumpiendo en esta conversación, pero gracias por esa visita... Admito que os leía en secreto, pero es que apenas leo blogs últimamente. Y sí, las galletas rancias tienen su encanto, el truco es aprender a ranciarlas lo bastante antes de meterlas en el horno :)

Paul Varjak dijo...

Clicka!!
Qué ilusión, hace mucho que te seguimos, pero nosotros leemos en secreto casi todo. Hasta las instrucciones de la lavadora.
Un beso!